He terminado de leer el libro de Éxodo hace unos días, y cada vez que lo leo siempre aprendo algo nuevo. Las primeras veces lo leía en plan de crítica dura contra los israelitas, quienes habían visto muchas señales milagrosas para ser libres y cuando fueron liberados Dios los mandó al desierto y cuando les faltó todo aquello que tenían en Egipto comenzaron a murmurar y discutir y quejarse diciendo que eran infelices y desgraciados al salir de Egipto. Que preferible era que hubieran muerto allá a estar en esa aflicción y más cosas que por falta de tiempo no se pueden contar aquí y que además conociéndonos como somos los humanos. ¿Qué no dirían?
Bueno, nosotros somos muy parecidos. Todos los que somos del Señor hemos salido de Egipto (el mundo) Estamos en el desierto camino de un mundo mejor preparado por el Señor. Una nueva tierra y un nuevo cielo nos ha sido prometido. ¿Cuántas veces nos hemos quejado en nuestro éxodo? Desde luego que muchas, a lo mejor yo el primero. Un amigo me ha compartido un vídeo y al relacionarlo con mi vida me ha hecho pensar mucho. Invito a que lo veamos con atención y reflexionemos. ¿Porqué somos infelices, si tenemos mucho por que vivir y porqué agradecer a Dios? Muchos de nosotros hemos nacido en sitios privilegiados, con padres buenos, nunca nos ha faltado un vaso de leche y un pan para la boca, nuestra cama no tiene punto de comparación con otras. Sin embrago vivimos una vida carente de motivación e ilusiones.
Míralo bien es tá en el enlace siguiente:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=z1JhSZucfEE
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