Equilibrio y felicidad

Estudios recientes  revelan que obsesionarnos por el sentimiento de felicidad nos hace menos creativos, asumir demasiados riesgos, y al final del todo, nos podemos sentir mucho más infelices que cuando empezamos. Esto nos hace pensar en que tener unas dosis mínimas de emociones negativas tienen un propósito en nuestra vida. Guardar un equilibrio emocional.

Se han escrito muchísimos libros con el objetivo de enseñarnos como alcanzar la felicidad, y en ellos no se ha tomado en consideración estos nuevos estudios, que demuestran que la “mucha felicidad” tiene su lado oscuro si la tomamos como única meta de nuestra vida. Según se lee en la revista Perspectives on Psychological Science. En la misma que se citan los estudios de la investigadora June Gruber.

Algunos sentimientos o emociones que están en nuestro interior,  cumplen un papel importante en nuestro diario vivir. Así el miedo por ejemplo nos ayuda a no tomar un riesgo innecesario, la culpa nos recuerda que debemos portarnos bien con los demás, o que debemos corregir cierta área de nuestra vida. Lo importante es que logremos poder  tener estos sentimientos, como los otros contrarios bajo control  para lograr un  equilibrio emocional. Además dice la investigadora citada anteriormente, que debemos dejar de preocuparnos tanto por la felicidad e invertir la energía en mantener los lazos sociales que tenemos con otras personas. El resto vendrá solo.

Se puede afirmar que en las experiencias que hemos tenido. Cuando más preocupados estamos por conseguir algo, ese algo tarda mucho en venir. Y cuando menos nos preocupamos por ello las cosas vienen con mayor facilidad. Por tanto centrémonos en lo que tenemos que hacer, sin obsesionarnos por los resultados,  los resultados se verán al final de nuestro esfuerzo.

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