Felicidad truncada por el ácido

La violencia de género en países como Pakistán está causando una grande alarma al ser  divulgada por los medios de comunicación. Las personas que miramos el documental de TVE del día domingo 27 de noviembre, hemos quedado paralizados por la virulencia de esta  maldad contra la mujeres por parte de los hombres en ese país.
Los ataques con ácido a mujeres siguen creciendo como una onda expansiva y están encubiertos por las autoridades que supuestamente respetan y se amparan en el Corán. Los agresores como siempre, suelen ser pretendientes o exparejas de las chicas que según los datos el 40 % son jóvenes menores de 18 años. A quienes les echan el líquido mortal en el rostro, consiguiendo arruinar la vida de estas jóvenes, que como todos los humanos, también merecen poder elegir su destino matrimonial, su inclinación profesional y tener una vida feliz.
La Fundación Vuelve a sonreír trabaja para dar ayuda sicológica, cirujía estética de reconstrucción,  para devolver la dignidad a estas jóvenes, que han sido atacadas salvajemente con el ácido que lo venden en muchos lugares y cualquiera puede conseguirlo.
Llama la atención la impasividad de las autoridades y organismos defensores de los derchos humanos, quienes no se inmutan por estos hechos vergonzosos que gracias a los medios de comunicación y al Internet se están dando a conocer y esperamos que se tomen medidas sancionadoras contra a quellos gobiernos de países donde la mujer es vista como un ser inferior, propiedad de los hombres, sin ningún derecho como ser humano, privadas de poder elegir al hombre con quien pueden ser felices, muchas veces privadas de poder tener educación y destinadas a ser esclavas de los suegros, quienes al pagar una dote piensan que la han comprado de por vida como si de un objeto o una mascota se tratase.
La enseñanza de la palabra de Dios, la biblia, es que los hombres debemos amar a nuestras esposas, y tratarlas como aun vaso frágil, con delicadesa. A las jóvenes nos enseña tratarlas con respeto como si fueran nuestras hermanas. Esto refleja la importancia que Dios da  a la mujer en el matrimonio y en la sociedad. Exactamente lo contrario de lo que dice el el Corán respecto a la mujer, concretamente el verso 34 del sura de las mujeres:
Los hombres son responsables del cuidado de las mujeres en virtud de lo que Dios les ha concedido en mayor abundancia a ellos que a ellas, y de lo que ellos gastan de sus bienes. Y las mujeres virtuosas son las verdaderamente devotas, que guardan la intimidad que Dios ha [ordenado] que se guarde. Pero a aquellas cuya animadversión temáis, amonestadlas [primero]; luego dejadlas solas en el lecho; luego pegadles; pero si entonces os obedecen, no tratéis de hacerles daño. ¡Ciertamente, Dios es en verdad excelso, grande!

Aunque aquí el corán autoriza pegar a la mujer, no dice que le arruine su vida echándole ácido en su rostro truncando sus sueños e ilusiones. Esta es una manera brutal y salvaje de hacer daño.
Mientras que los mandamientos de la palabra de Dios dan poder a las  autoridades y a los jueces, para que cumplan y hagan cumplir las leyes y se imparta justicia. El corán  deja la administración de justicia en manos de la familia de las víctimas.
Es lamentable que los hombres sobre quienes está la responsabilidad de administrar justicia estén totalmente divorciados de la palabra de Dios la fuente de toda justicia, y  hagan de ojos ciegos y oídos sordos cuando de imponer  justicia y legislar correctamente se trata.
Si tú como lector de este artículo eres un varón. Si estás casado ya lo sabes, tienes la obligación de amar a tu esposa, pero no solo decirle te quiero, te quiero. No son solo palabras. Son los hechos los que manifiestan el amor, es el trato amable y respetuoso, es no traicionarla con otras mujeres, es sustentar el hogar con todas la fuerzas posibles, es ser el guardián de la vida de ella y de los hijos. Aunque tú no creas en Dios, eso a Dios no le importa, Él un día te va a tomar cuentas de tus actuaciones y lo va a hacer con todos, tanto hombres como mujeres,  tanto creyentes como no creyentes. Solo pensemos que haciendo estas cosas vamos a vivir mejor seguro, nuestra sociedad será más próspera, nuestros hijos crecerán confiados bajo un ambiente de paz y seguridad. Lo que da como resultado, unos jóvenes con principios sólidos, con una auto estima saludable y por ende  una familia feliz. Cosa que todos buscamos y está de muy de moda por los sicólogos y coachings.
En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con susesposas. Denles el honor que les corresponde, teniendo en cuenta que ellas son más delicadas y están llamadas a compartir con ustedes la vida que Dios les dará como herencia. Háganlo así para no poner estorbo a sus propias oraciones.
En fin, vivan todos ustedes en armonía, unidos en un mismosentir y amándose como hermanos. Sean bondadosos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto. Al contrario, devuelvan bendición, pues Dios los ha llamado a recibir bendición. 1 Pedro 3: 7-9

A las ancianas trátalas como a tu propia madre; y a las jóvenes, como si fueran tus hermanas, con toda pureza.  Ayuda a las viudas que no tengan a quien recurrir. 1 Timoteo 5: 2-3

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