Como gestionar las ofensas que recibimos

Gestionar las ofensas
Cuando alguien nos ofende es como recibir un duro golpe para nuestra alma. Pero lo más doloroso es cuando la persona que nos ofende es alguien de quien nunca lo hubiéramos esperado. 
Son muchas las reacciones que brotan cargadas de emoción. Lo más probable es que terminemos ofendiendo también nosotros. Es decir devolviendo mal por mal u ojo por ojo como se suele decir. Pero hay ocasiones en que nuestra respuesta puede ser mucho más grande que la ofensa recibida, por no decir que no es ojo por ojo, sino ojo por dos ojos. Ja ja.
Esto me hace recordar a una pareja amiga. 
El esposo me contaba que su media naranja le había cogido un dinero sin su consentimiento y sin ninguna explicación al respecto. Y como él tenía la costumbre de salir de casa cuando estaba furibundo. (Una buena técnica) Cuando se enteró del suceso, salió de casa  para no discutir ni hacer algo llevado por la ira. Nos encontramos y me contó su historia. Claro que tenía razón él, pero la reacción que se veía era demasiado exagerada. Soltaba improperios a diestra y siniestra y se notaba su dolor en sus razonamientos, y pensaba hasta en el divorcio, o dejarla sin que ella se entere y no volver a verla jamás, etc. En fin, todo lo que se dice en el momento de una reacción de esta naturaleza que será muy conocido para cualquier lector o lectora. 
Cuando el amigo se había calmado un poco. Le conté la historia de los dos deudores que narra la biblia en Mateo 18:23-35. Y conversamos un rato y se fue calmando más cada vez.
Lo que podemos advertir es que cuando nosotros somos ofendidos, aborrecemos a la persona que nos ofende. Sin embargo Jesús,  nos enseña que debemos amar a quienes nos ofenden. Dios aborrece el pecado pero ama al pecador. En el caso que he narrado, el esposo amaba a su mujer, pero al recibir la ofensa comenzó a aborrecerla y este es el error. Debemos aborrecer o no estar de acuerdo con los hechos pero no aborrecer a la persona. Es muy distinto decir a nuestro semejante: Lo que has hecho es una tontería. A decirle: Eres tonto. O, lo que has hecho es una traición a nuestra amistad, a decirle: Eres un traidor. Cuando empezamos a aborrecer a la persona estamos muy propensos a caer en una espiral de odio, rencor y amargura. Cuando no estamos de acuerdo con los hechos, podemos apreciar que nosotros somos iguales y que también somos proclives a hacer lo mismo, de lo que nos estamos quejando. Lo cual nos dará una visión más amplia y podemos gestionar las ofensas con mayor serenidad y paciencia que mucha falta nos hace en estos tiempos.


Entonces Pedro fue y preguntó a Jesús:
Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete? 
 Jesús le contestó:
 No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.   Mateo 18:21-22
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3 comentarios:

  1. Lo del perdón es tan duro pero no imposible, Jesús nos demuestra que sí podemos, aunque aveces nuestro corazón se resista. Que Dios nos perdone y ayude a tener un corazón misericordioso y compasivo como Él tiene para con nosotro

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    1. No estoy de acuerdo con el comentario de Carolina, Influye en mi comentario el hecho de que yo no sea creyente, pero además considero que hay ofensas que no deben ser perdonadas, por ejemplo, el asesinato de los desaparecidos en el llamado "Proceso" o el crimen de cualquier asesino que haya matado a alguno de nuestros hijos.O a Videla, Hitler y demás genocidas. Desde mi agnosticismo me permito decir que no tienen perdón de Dios, si Él existiera.Claro que desde mi punto de vista no existe si permite eso horrores y tantos otros. Catalina Mellibovsky.

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  2. Lo del perdón es tan duro, pero no imposible. Jesús vino precisamente para eso, para demostrarnos que podemos perdonar.... Que Jesús nos ayude a tener un corazón misiricordioso y compasivo como Él tiene para con nosotros

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