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Felicidad para el Nuevo Año

Felicidad para el año nuevo
Estamos en los primeros días del año y a veces cansa escuchar que este año va a ser peor que el que el anterior, sin sopesar que nuestras palabras tienen poder. 
Para demostrar esta afirmación te invito a hacer un ejercicio mental: 
Para hacerlo mejor, cierra los ojos. Imagina que estás de pie en la cocina de tu casa, coge un limón de la nevera. Con la otra mano coge un cuchillo para que puedas cortar el limón. Siente el frío del limón en tu mano. Observa su aspecto exterior, su cáscara de color amarillo intenso, Apriétalo un poco y siente su firmeza y su peso. Ahora acerca el limón a la nariz y huélelo. Es un olor inconfundible ¿verdad? Ahora corta el limón por la mitad y huélelo de nuevo. El olor es más intenso. Por último, muérdelo de tal manera que el jugo entre a tu boca. Siente su sabor. 
Tampoco hay nada que tenga el sabor de un limón, ¿no es cierto? 
Al llegar a este punto, si has usado bien tu imaginación, tu boca tiene que estar llena de saliva, o como se dice vulgarmente, se te habrá hecho agua la boca. 
¿Qué significa todo esto? 
Estas "simples palabras" activaron tus glándulas salivales. Las palabras ni siquiera reflejaron una realidad, sino algo que TU IMAGINASTE. Si has hecho bien el ejercicio, claro. 
Cuando leíste o escuchaste este ejercicio y pusiste la imaginación a funcionar, las palabras acerca del limón, le estabas diciendo a tu cerebro que tenías un limón, que lo probabas, lo saboreabas, etc. aunque en realidad no había ningún limón. 
Tu cerebro lo tomó en serio y le dijo a tus glándulas salivales: "Fulano, está mordiendo un limón. Rápido, enjuaguen la boca." 
Entonces las glándulas obedecieron e hicieron el trabajo de producir saliva para inundar la boca y así eliminar el fuerte ácido del limón imaginario. 
La mayor parte de nosotros sabemos con certeza que las palabras que usamos reflejan significados y que lo que significan puede ser bueno o malo, cierto o falso, poderoso o débil. Esto es verdad, pero no lo es todo. Las palabras van más allá de su significado. Las palabras reflejan nuestra realidad y además tienen el poder de crear esa realidad. Lo hemos experimentado con el limón y el flujo de la saliva. Nuestro cerebro no es solamente un mero intérprete de nuestras intenciones. Nuestro cerebro recibe información y la acumula, y como está a cargo del control de nuestro cuerpo, si le decimos algo como: "Ahora estoy saboreando o comiendo un limón", empieza a funcionar y actúa con una respuesta predeterminada. 
El ejercicio que hicimos recién era un ejercicio neutral, físicamente no nos aportó beneficio ni perjuicio. Pero las palabras que empleamos a diario y las repetimos como autómatas sí que pueden provocarnos beneficios o daños. 
Desde niños aprendimos de nuestros mayores a ser negativos, no nacemos negativos, hemos aprendido a ser pesimistas y nos hemos auto programado sin darnos cuenta y seguimos en el mismo juego, repitiendo y repitiendo palabras y frases negativas. 
Esta repetición negativa constante apaga nuestro apetito por la vida porque en la repetición hay poder para programar, o mejor dicho la repetición constante es la clave para la programación automática y al ser constantes en nuestras afirmaciones negativas, tenemos como consecuencia unas vidas negativas de nuestra propia creación. 
¿Te das cuenta? 
¿Cómo reaccionará nuestro cerebro si cuando alguien nos pregunta, "cómo estás?" nosotros respondemos... 
"No me puedo quejar", "Ahí andamos", "Más o menos", "Viviendo por no ser soberbio" 
¿De qué manera responde nuestro cerebro ante todas las actitudes deprimentes que venimos repitiendo con frecuencia? 
 "Resulta un tormento lavar los platos" "La presencia de tal persona no lo soporto" "Todo me sale mal" "Es un gran dolor de cabeza pagar las cuentas" "Me enferma este clima" "Soy un fracaso" y cosas por el estilo. Recordemos que el cerebro es un intérprete literal y tiene capacidad de crear realidades y entornos. Dice: 
"Este tipo está pidiendo un dolor de cabeza. Muy bien, hay que darle un dolor de cabeza."  "Este otro quiere que le salgan mal todas las cosas" Intentaremos hacerlo.
 Desde luego que, cada vez que decimos que algo nos provoca dolor, no surge un dolor de inmediato. Porque el estado natural del cuerpo es la buena salud, y todos sus procesos están preparados para mantener la salud. No obstante, si machacamos sus defensas lo suficiente en forma verbal, al final, acaba por producir las mismas enfermedades o situaciones  que le ordenamos incesantemente. ¿Entiendes el ENORME poder que TENEMOS EN NUESTRAS MANOS? 
¿Vas a prestar más atención a lo que dices? ¿especialmente lo que te dices a TI MISMO? Además hay, dos cosas que agregan más PODER a las palabras que utilizamos: nuestro nivel mental y el grado de participación emocional en lo que decimos. Si decimos:
 "¡Dios mío, eso duele!", con una profunda convicción, le ofrecemos un cálido recibimiento al dolor en nuestra vida. 
 Si decimos "¡Aquí no consigo que se haga nada!", con mucha vehemencia, la frase se convierte en una realidad que añade una validez efectiva al sentimiento. 
Para quienes conocen las técnicas y los procedimientos, sin embargo no pueden aplicar con éxito, para quienes se sienten defraudados consigo mismos. Hay una fórmula que no falla y es, confiar y poner en manos del Señor nuestros propósitos, pero con el propósito de hacerlo.Todos, absolutamente todos los problemas que nos puedan sobrevenir no son desconocidos por Dios y Él mismo es quien nos ha dotado de capacidades y fortalezas para vivir una vida sana y feliz. El nuevo año que empezamos por muchos deseos de paz, felicidad y amor que los demás nos envíen serán de poca influencia si nosotros no cambiamos nuestra actitud nuestro nivel mental, nuestra convicción, nuestros hábitos nocivos y sobre todo nuestras frases. Los demás nos desean lo mejor, con toda su buena voluntad, puede ser que por quedar bien con nosotros, o podría ser por tradición o por lo que sea. Pero tenemos que recordar este año y los que vienen, que  Dios nos ha dotado de poder por medio de la palabra, por medio de la mente y por medio de un cuerpo saludable. Pero somos nosotros los responsables de nuestra vida, y no es fácil dejar los malos hábitos de queja, de inseguridad, de fobia o de muchas otras cosas que son nuestros fallos que venimos repitiéndolos de por vida. Tenemos que hacer consciencia de esta necesidad. Enterarnos del poder que nos ha sido dado y hacer uso de él para nuestro beneficio y beneficio de los demás. Mucho de lo que consideremos de feliz o infeliz este Nuevo Año dependerá de nuestra actitud frente a la vida y de poner en práctica los consejos que en este sitio se producen.
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La decisión de ser feliz


La decisión de ser feliz
Hay aspectos de nuestra vida que a veces no comprendemos. No comprendemos porque no nos han enseñado a comprenderlos, o no nos hemos puesto a analizarlos. Damos gracias a aquellos hombres que con su observación y análisis nos han traído una luz sobre muchos temas. Uno de los temas que aquí tratamos es la del estado de nuestra situación de vida con respecto a nuestra realidad.   Dicho de otra manera. Entendemos que con toda la tecnología desarrollada y las cosas asombrosas que tenemos los hombres y mujeres de hoy, nuestra generación es más deprimida que muchas generaciones donde no había tal adelanto tecnológico. O dicho más crudamente: Nuestra generación no es feliz. La observación y el análisis que nos ha llegado por medio de los expertos en el tema ayuda un poco para sobreponernos al estado de preocupación en que la mayor parte del tiempo nos quiere someter una fuerza invisible. Estuve leyendo un artículo de unos sicólogos que nos dicen que para dejar de tener infelicidad, tenemos que  tomar una decisión. Y decía que se debe decidir ser feliz con resignación y coraje. Mucho me temo que algunos terminarán reconociendo que eso solo es un esfuerzo efímero cargado de mucha voluntad. Algunos a lo mejor logran mejorar su estado por un poco de tiempo, pero con el paso del tiempo esto que está basado solo en nuestro propio esfuerzo termina derrumbandose. En nuestro humilde concepto y por el testimonio de millones de personas que han acudido a Dios en busca de ayuda,  por propia experiencia de quien escribe este artículo. Podemos afirmar que solamente la esperanza en un Ser superior a nuestra sfuerzas, la confianza y el apoyo en ese Ser llamado Dios puede traernos una felicidad duradera y sostenible en el tiempo. Por eso necesitamos tomar una decición profunda, seria e inamovible. Necesitamos decirle al Ser Superior que decidimos ser sus súbditos, que decidimos rendirnos a sus pies. Que ya no queremos vivir guiados por nuestros propios caminos, porque hemos fracasado en el intento de querer vivir apartados de Él.  Necesitamos reconocer que sin Él no somos nada y nada de este mundo pasajero es satisfactorio con permanencia en el tiempo. Que por algo dijo el maestro de los maestros, Jesús: Separados de mi, nada podéis hacer. Solo necesitamos humildad para no creernos que somos autosuficientes. Si lo hacemos no seremos defraudados.
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"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y Yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga "
(Mateo 11: 28-30

Pensamientos felices

El pensamiento positivo,  la visión adecuada, junto a la acción acompañada de una fuerte emoción. Constituyen una poderosa arma para alcanzar el éxito.

No se pueden elegir las circunstancias bajo las cuales nos toca vivir, pero si podemos elegir nuestros pensamientos y cambiar de actitud ante la vida. De esta manera, podremos cambiar nuestras expectativas y seguro que nuestros sueños se harán realidad. Por algo dicen algunos expertos, que la mejor medicina para el alma, está compuesta de comida sana, ejercicio físico adecuado y pensamientos de amor y perdón. Unos pensamientos negativos, unos pensamientos de duda, unos pensamientos de temor, el no practicar un ejercicio físico, y el no comer saludable, nunca han producido una vida feliz y satisfactoria.

Por el contra, un pensamiento positivo acompañado de una visión concreta y emoción adecuada, han producido siempre las hazañas más increíbles en la historia de la humanidad.

Cuando el ser humano tiene una visión maravillosa, y hace todo el esfuerzo posible, acompañándose  de lucha constante, siempre centrado en el objetivo, siempre trabajando con sacrificio, su sueño se hace realidad más pronto que tarde. Aunque las circunstancias no sean las esperadas en el presente, aunque todo parezca oscuro, aunque todo lo que se haga parece que no da los resultados esperados, aunque todos nuestros amigos nos digan que estamos equivocados y que no lo lograremos. Si hacemos la lucha tenaz, si nos esforzamos con todo nuestro ser, el triunfo nos espera a la vuelta de la esquina. Muchos se retiran  a mitad del camino, otros se retiran a punto de llegar a las puertas de la victoria. Pero si permanecemos firmes en nuestra visión, firmes en nuestro proyecto, firmes en nuestro sacrificio, firmes en nuestros pensamientos. El éxito de nuestra misión llegará. Nada se consigue sin esfuerzo y sacrificio,  nada se consigue con desánimo, nada viene con facilidad. Todos los grandes hombres y mujeres de la historia han sido gente empedernida en su lucha, tenaces en sus emprendimientos.

Un día Dios le dijo a Josué: “Esfuérzate y sé valiente, no temas ni desmayes, porque yo estaré contigo donde quiera que vayas” Tómate estas palabras para ti en este día.

La Felicidad en la convivencia de pareja

Antes de casarnos, cuando somos novios, normalmente la relación de pareja es muy bonita, por no decirlo hermosa. Hay una cierta compenetración de sentimientos y parece que nuestra media naranja es lo mejor que tenemos a nuestro lado. Para nuestra sorpresa, cuando ya llegamos a la convivencia, aparecen cosas que no habíamos visto de nuestra pareja, y cosas muy desagradables que estropean aquel ambiente de paz, amor, ternura  y cordialidad. Esto hace que perdamos el romanticismo y nos desanima a cultivar  el amor, que tanto bien nos hacía  en el noviazgo.

Necesario es que cuando somos novios, nos hagamos la idea de lo que nos cuentan los casados. Que no nos dejemos nublar por el sentimiento y la emoción fuerte en aquel momento. La historia, la experiencia, las vivencias de muchos matrimonios nos deben ayudar a comprender que siempre habrá conflictos en la convivencia. Lo tenemos que tener muy claro. No pensar “Esto a mí no me pasará”. Si pasa con muchos casos seguro que nos pasará a nosotros. Somos humanos llenos de errores y muy difíciles de ceder en nuestros razonamientos. Los principios que tenemos de acuerdo a nuestra crianza son inviolables y no cedemos ni por todo el oro del mundo. Somos dos seres totalmente distintos, dos familias con costumbres distintas. Esas diferencias tienen que rozar para poder ser limadas y en esos roces van a haber conflictos. Estos conflictos, aunque no lo creamos son necesarios para medir y establecer los límites de nuestra convivencia. Una vez establecidos los límites, nuestra relación debe basarse en la comunicación, la cesión de derechos y el cumplimiento de obligaciones. Es decir lo que cada uno está dispuesto a dar y lo que está dispuesto a recibir. Siempre dentro del respeto, la confianza y la empatía. Algunos principios que debemos tomar en consideración.

Jamás intentar cambiar a la pareja. Podemos ayudarla a mejorar ciertos aspectos, pero nunca pensar que debemos cambiarla  a nuestro antojo.  Es muy necesario amarla tal cual es.

Compartir con la pareja cosas aunque a ti no te gusten. A los hombres les gustan los deportes y a las mujeres las tiendas de ropa, por decir un ejemplo. La mujer debe hacer un esfuerzo por aprender algo de fútbol y el hombre aprender algo de la moda. Compartir con la pareja es involucrarse en la actividad que a ella le gusta, aún a sabiendas que a ti no te gusta.

Tomar decisiones juntos. Muchas veces pensamos que como es una cosa pequeña no tiene importancia, pero es necesario que en las cosas por más pequeñas que sean se tome en consideración la opinión de la otra parte.

Basar siempre la relación de pareja en la comunicación, sin perder el respeto, la confianza y la sinceridad. El conjunto de estas acciones nos dará como resultado una pareja feliz en su convivencia. Tomando muy en cuenta que todo depende de nosotros mismos. Es decir de cuanto empeño pongamos desde el principio, para hacer de nuestra convivencia más placentera.

Muchas parejas se desaniman de cultivar el amor con que todo empezó. Esto se debe a que el amor verdadero requiere de mucho trabajo para conservarlo. No nos dejemos llevar por el amor que nos presentan las novelas de la televisión.

“En todo caso, que cada uno de ustedes ame a su esposa como así mismo, y que la esposa respete al esposo.” Efesios 5:33

Cómo ser feliz cuando has roto con tu pareja

Mucha gente tiene que afrontar una separación de relaciones en su vida. De hecho, la tónica sentimental es  sentir una mezcla terrible de inseguridad, negación, ira y rechazo general. En definitiva, infelicidad. Esto es normal por un período de tiempo. Pero es necesario superar el estado de ánimo, para que no se haga crónico en nuestra vida emocional. Enumero algunas cosas que podemos hacer para salir de nuestro estado de infelicidad en un tiempo lo más corto posible. No es recomendable que esperes a que se te pase sin hacer nada.

  1. Hacer ejercicio físico


Aunque recomendable, si tienes más tiempo y dinero, no necesariamente tienes que ir a un gimnasio, pero sí es indispensable  un poco de ejercicio.

Treinta minutos de caminata enérgica, aeróbicos, o levantamiento de pesas, viene muy bien para cambiar el ánimo. Está demostrado que el ejercicio libera endorfinas, u hormonas de la felicidad. Esto hará que nos sintamos más seguros de nosotros mismos, nos dan algo en qué concentrarnos, nos hacen sentir mejor cuando empezamos a cumplir con las metas y estamos físicamente en forma. El ejercicio es una excelente terapia para la salud mental. Pruébalo y veras como despejas la cabeza.

  1. Cortar  definitivamente las relaciones


Muchas parejas  dicen  “Quedamos como amigos”. Pero es mejor aceptar la cruda realidad, para sentirnos más felices y no arrastrar penas. Hay que distanciarse totalmente, eliminar cualquier tentación de contacto. Borrar su número de teléfono, eliminar fotografías, cartas, regalos. Muchos que “quedan de amigos” vuelven a tener problemas mayores.

Las cosas pueden ser muy duras cuando hemos sido abandonados, pero lo importante es que hayamos aprendido algo positivo de la relación que acaba de fenecer. Si somos capaces de reformular nuestros pensamiento en términos positivos, veremos algo bueno que nos da la vida y  que nos ayudará a sentirnos más felices.

  1. Hablar con alguien de confianza y centrarnos en objetivos


Si tenemos un confidente ya sea un miembro de la familia, un amigo cercano o cualquier otra persona que sintamos que no nos puede traicionar, y que nos comprenda, porque los sentimientos no se expresan con palabras, pero hablar con alguien produce un efecto de descarga, por ese motivo si hablamos con alguien sobre cómo nos sentimos nos dará fuerza para seguir adelante.

Por otro lado aferrarnos aún más a nuestro trabajo, aficiones, entretenimientos, o cualquier otra cosa que nos haga tener motivos para seguir. Hará canalizar nuestra energía hacia otras partes de nuestra. Así pensaremos menos en lo que pasó, y la felicidad llegará más rápidamente.

Estos sencillos consejos, si los hacemos, harán de nosotros hombres y mujeres más fuertes, para enfrentarnos a los rompimientos de relaciones entre parejas.

En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 1 Juan. 4:18

Manía por medir la felicidad

En los últimos años se ha puesto de moda una manía de medir la felicidad. No es malo medirla de acuerdo a parámetros que nos permitan ubicarla en un grado u  otro, basada en patrones  que reflejen los valores éticos, morales y culturales. Lo malo es que la cuantificación que se está haciendo, solo  toma como patrón, el éxito económico. Y esto es desvirtuar el concepto de felicidad. Incitar a la población a que solo el dinero y las posesiones constituyen la felicidad y que hay que conseguirlo por cualquier medio y a cualquier precio.

Un grupo de  psicólogos de la universidad de Leicester de Inglaterra,  comenzaron en 2006 a elaborar un mapa de la felicidad,  basados en la economía. Según ese mapa salen en primeros lugares, Dinamarca y Suiza.

En contra posición de ésta línea que asocia felicidad con economía,  la New Economics Foundation (NEF) y la asociación Amigos de la Tierra están elaborando su propio Índice de Felicidad en el Mundo, que pone como prioridad lo ecológico. Cómo si los ciudadanos respetan la naturaleza en su nación. O respetan a sus semejantes por encima de la riqueza. Y  según este barómetro, la República de Vanuatu, una isla muy pequeña en el Océano Pacífico, es la más feliz del mundo.

Según el sociólogo Sergio Sinay, en su nuevo libro “La felicidad como elección” Nos dice que la felicidad no es un bien  transable, es decir no se puede comercializar, por tanto como el mismo autor revela, vivimos en una sociedad de  consumo donde todo es medible y se puede pesar o sirve para algo. El autor explica también en una entrevista no estar de acuerdo con la provisión de fondos para medir los índices de felicidad en las universidades. Entre otras cosas dice que la felicidad está en encontrar el sentido a la vida. “Qué hago aquí en la vida, cómo lo hago  y  cómo vivo los valores y sentimientos de los cuales dispongo.

Todos tenemos una existencia, una misión,  unos valores y sentimientos. Las preguntas están planteadas:

¿Cuál es nuestro objetivo de estar aquí en la Tierra?

¿Cómo estamos cumpliendo con  nuestra misión?

¿Cómo estamos aplicando a nuestro diario vivir esos valores y sentimientos?

Te invito a mirar una presentación para reflexionar sobre esto  en esta página

http://cienconsejosparaserfeliz.blogspot.com

Ser feliz en medio de la esclavitud

Se dice que el ser humano terminó con la esclavitud y tenemos varios ejemplos para decirlo así:

El primer país fue Londres que en el año 1807 con el jefe evangélico William Willberforce, Thomas Clarkson y Equiano, entre otros. Fundaron en 1787, en la ciudad de Londres, la "Sociedad para la Abolición de la trata de esclavos".

Poco más tarde, en México, el 6 de diciembre de 1810  Miguel Hidalgo abolió la esclavitud. Siendo el pionero de América. Más tarde, el Generalísimo Morelos ratificó dicha derogación en el famoso escrito "Sentimiento de la Nación", el cual fue promulgado el 14 de septiembre de 1813.

También tenemos el acta de Anáhuac en 1813

En el año 1949, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el "Convenio para la Represión de la Trata de Personas y la prostitución.

En 1996, la Asamblea General de las Naciones Unidas,  decidió que el día 6 de Diciembre se designara como el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud.

En 2001 la esclavitud fue declarada "crimen contra la humanidad" por la Conferencia Mundial contra el Racismo.

Según esto Podemos decir que hemos acabado con la esclavitud o por lo menos oficialmente.

En la práctica y según algunas estadísticas todavía unas 700.000 personas adultas son víctimas de la trata de personas y la cifra casi duplica cuando se trata de niños porque asciende a 1.200.000 especialmente bajo las mafias de la Prostitución.

Hace 2.000 años llegó a la tierra un hombre que predicó sobre la libertad. Desde entonces sus seguidores lo han seguido haciendo. Como podemos leer al principio de este artículo sobre  William Willberforce y muchos e innumerables hombres que han tomado su mensaje.

La mayoría de personas cree que gobernar su propia vida con su razonamiento lógico es la libertad que busca. Sin embargo la verdadera libertad  llega al ser humano cuando deja que el Señor Jesucristo gobierne en su vida, porque está claro que no somos capaces de gobernarnos sin los principios de Dios. Ya que los principios de los hombres han fracasado y seguirán fracasando.

Todos aquellos que quieren vivir independientemente de Dios no consiguen tener paz en su corazón ni libertad. Por algo dijo el Maestro: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” ¿Y qué es la verdad? El mismo Maestro contesta: “Yo, soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al padre sino por mí”

Cómo ser más feliz

Muchos de los problemas que diariamente tenemos que afrontar, podrían quitarnos un poco de felicidad y paz  interior. Sin embargo podemos aprender a cambiar la interpretación que les damos a las circunstancias. Según se puede sacar como conclusión de las muchas lecturas. Todo está en la interpretación y saber manejar los hechos sintonizándonos positivamente.

Antes de que pudiéramos utilizar la radio, no sabíamos que existían sus ondas electromagnéticas porque nadie las veía ni las puede ver hasta ahora. Pero las ondas existían aunque nosotros no estábamos enterados. Del mismo modo las vibraciones positivas y negativas existen aunque muchos no las hayamos experimentado.

Siempre recuerdo una moraleja que me contaba un gran amigo. Decía que había un hombre muy negativo, que siempre pensaba que le iba a ir mal en todo lo que hacía. Siempre estaba quejándose maldiciendo su vida y su situación. Un día salió con su vehículo y se decía. -Ahora me voy a quedar en medio del camino con una llanta baja. En efecto se le pinchó la rueda. Luego decía. -Ahora seguro que se me olvidó el gato en casa. Así mismo sucedió. Su mujer le dijo: -Ve a pedir que alguien te preste un gato. Salió de su coche y caminaba diciendo: -¿Quién tendrá un gato? Seguro que nadie tendrá un gato por este lugar. Y si alguien tiene no me lo prestará, seguro. Se aproximó a una casa y cuando salió una persona a la puerta, sin darle tiempo ni a saludar, le dijo: -¡Quédese con su gato y métase por donde le quepa, yo no necesito nada porque todos son unos egoístas, por eso no puedo ser feliz!

Como podemos ver la interpretación que damos a los hechos es muy importante. Dicho de otra manera si nos rodeamos de pensamientos positivos, aceptando los hechos como son y buscando una solución adecuada y aplicando un razonamiento objetivo sin quejas ni enfados las cosas seguro que nos irán mejor.

Nosotros seríamos como una radio, los pensamientos como las emisiones de radio. Si estamos mal sintonizados interpretaremos mal los hechos. Pero podemos cambiar de sintonía como cambiar de emisora en una radio. Es decir rodearnos de pensamiento positivos e interpretar los hechos buscando oportunidades para ser felices. Por ejemplo si te sientes triste, es una oportunidad para buscar alegrarte así podrás distinguir la diferencia entre las dos emociones. Porque si nunca experimentas la tristeza nunca sabrás lo que es la alegría.

¿Qué tal si empiezas a rodearte de pensamientos positivos y buscas la manera de solucionar sin enfados tus problemas? Serás más feliz

Ser feliz aquí, y ahora

Aunque muchos han usado este cuento para escenificar algún problema, quisiera compartir con los lectores, la misma analogía para nuestros problemas del diario vivir. Con lo cual uno puede mejorar su predisposición para ser feliz.

CAPERUCITA, LA ABUELA Y EL LOBO DECIDEN PONER FIN A SUS  CONFLICTOS.

“Cansados de tanto desequilibrio, estos tres personajes deciden poner fin a sus problemas y solucionarlos definitivamente.

Tanto es así que caperucita prometió nunca más caminar por oscuros bosques y entretenerse con las flores y los pájaros, para no tentar a lobos que se esconden y devoran niñas.  La abuela decidió comprar un departamento en la ciudad donde habían vecinos, médicos, transporte y tiendas. Prometió nunca más dejar entrar a desconocidos en su casa para que no tenga que llevarse sorpresas desagradables. También contrató a una asistenta para que su nieta no tenga que andar largos caminos llevando comida y correr muchos peligros atravesando las bosques.

Por último el Lobo decidió que no era su oficio el meterse en camas ajenas usando disfraces para comerse niñas  extraviadas y devorar abuelas y engañar a la gente tratando de acomodar su ronca voz. Desde ahora quería ser él mismo. Sin disfraces. Cazar conejos, correr libremente por el bosque, aullar a todo pulmón anunciando su presencia en las lunas llenas y mantener unida  a su manada usando toda su valentía e inteligencia. Ser feliz con su misma realidad y dejarse de cuentos”

Según la OMS, para el año 2020 la angustia y la depresión serán la segunda causa de discapacidad en el mundo. La angustia y la depresión son todo lo contrario de la felicidad. Pero para curarnos necesitamos reconocer nuestro problema. Admitir que no somos felices con nuestra situación, que al igual que el lobo del cuento andamos disfrazados y en el fondo de nuestra alma existe un desconsuelo, una angustia que ahoga nuestro respirar.

Anhelamos cambiar, soñamos con despertar a un mundo mejor pero cuando vemos la realidad que nos rodea sentimos que la vida no tiene sentido. Odiamos a menudo lo que hacemos porque lo hacemos por obligación, hemos perdido el entusiasmo y la alegría.

Aunque vivir en realidad no cuesta tanto, estamos metidos en muchos compromisos y conflictos y éstos no nos dejan en paz, porque nunca imaginamos que nos pudieran derrumbar las cosas que en principio parecían que nos iban a dar felicidad.

Si tan solo pudiéramos quitarnos ese disfraz y reconocer con valentía que necesitamos ayuda. Pero nos da vergüenza decir lo que sentimos, tenemos miedo a cambiar, hay algo que nos impide y lo vamos postergando.

Es importante que arreglemos los problemas, no es necesario que los contemos a todo el mundo, pero sí que necesitamos afrontarlos con valentía y poner fin a esta situación que por cierto está minando nuestro yo interior.  Necesitamos tener el coraje de aceptar que nuestra felicidad y nuestros sueños no los hemos alcanzado, que algunas decisiones y compromisos que hemos adquirido han sido erróneos,  y que a lo mejor hay cosas que hemos hecho para satisfacer los deseos de los demás en manera desmedida y los sueños que teníamos cuando éramos más jóvenes han quedado pisoteados por el inclemente paso del tiempo que nos hemos tomado en postergarlos.  No hay alivio más grande que comenzar a ser lo que uno es.

"Una persona feliz no es una persona en determinadas circunstancias, sino una persona con determinadas actitudes." — Hugh Downs